Marco Rodrigo Rojas con su 1.67 metros de estatura marca diferencia. No solo por ese número que lo deja como el jugador más bajito del seleccionado neozelandés, también es diferente por la historia que lo acompaña.
Este futbolista de 19 años, que maneja los dos perfiles y juega como lateral derecho o lateral izquierdo, tiene una ‘estrella solitaria’ en su corazón. Ama a Chile por su padre, quien nació en dicho país. “Mi papá vivió en Chile hasta los siete años, pero se fue del país por la dictadura militar”, cuenta Marco, quien reconoce que “quisiera ir a jugar allá, me gusta Colo Colo”.
Marco, quien actúa en el equipo australiano llamado Melbourne Victory, confiesa que su máximo ídolo es el chileno Alexis Sánchez, aunque también admira a Lionel Messi. “Me gusta mucho como juega Alexis Sánchez, quiero ser como él, es un jugador brillante”.
Marco, quien hace seis años no va a Chile, admite que le gusta mucho la cultura latina. “Tengo costumbres de Nueva Zelanda, pero acá en Suramérica todo es muy diferente”.
Para este primer partido frente a Camerún el debut de Rojas está en duda ya que en las últimas sesiones no ha podido actuar a la par de sus compañeros. “Tengo un golpe en la pierna izquierda”, confiesa Marco, quien ha sido cuidado minuciosamente por todo el cuerpo técnico que conduce el entrenador Chris Milicich.
Marco quiere aprovechar este mundial para dejar su sello futbolístico. Sueña con aprender mucho de esta experiencia para poder dar el gran salto que lo lleve a actuar en Chile. Un país al que no es ajeno y lo lleva en la sangre.
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